Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia. .
Sí, soy dura. Soy así. El amor no va conmigo,
no se puede adaptar a mí. Lo único que sé es que no sé. Quizá sí, no me dejo
llevar. O me da miedo ser dos en uno. Y es que aquí dentro de mi chaqueta se
está calentito. Y yo me conozco ya lo suficiente para convivir conmigo. Llevo
diecinueve años en la tarea. Y ahora no quiero tener que aprender tu recorrido
al despertarte, como sortear tus manías o cual es el mejor momento del día para
sacarte una sonrisa. Para que luego te folles a la primera que pase en la
primera pelea. O te des media vuelta cuando esté mal. O me aburras. O me
canses. O te canse yo. O no sepamos como levantarnos juntos por mucho que
queramos acostarnos. O sea imposible. Porque siempre acaba siéndolo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario